Friday, 03 de May de 2024

Dios en el Poder

Martes, 18 Septiembre 2012 02:01
Selene Rios Andraca

Teología patria para entender la justicia divina

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Algunas veces Dios se manifiesta en formas curiosas.
En luces que bajan del cielo.
En amaneceres multicolores.
En sonrisas brillantes en días de Guerra.
En sobrevivientes melancólicos.
En rechiflas en Los Fuertes.
En abucheos contra Rafael Moreno Valle.
En la aparición de Eduardo Rivera en el balcón del Ayuntamiento.
En la falta de sonido en pleno Grito.
En el peso incontrolable de una campana.
En una bandera enredada en el asta que se niega a ondear.
Uff.
¿Y cómo no dejar a un lado el ateísmo ante semejantes pruebas de la existencia del Creador?
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El gobernador Rafael Moreno Valle fue tan generoso con los 15 mil poblanos del Zócalo capitalino que les regaló 10 minutos de su existencia.
¡10 minutotes!
Ni 8 ni 9… ¡10 minutos!
Calidad, señores, no cantidad.
Gracias a los héroes que nos dieron patria y libertad, Moreno Valle hizo patente su magnanimidad con esos gritos eufóricos —y coléricos— en el zócalo capitalino.
Tal vez no llegó sonriente ni feliz, pero llegó.
Quizás traía un humor del diablo y no hizo nada para disimularlo, pero estuvo ahí.
Posiblemente sembró terror en los poblanos que lo escucharon berrear con telepromter a la izquierda, pero vaya que nos recordó a Hidalgo, Morelos, Guerrero y doña Josefa.
Finalmente, unos 15 mil poblanos —y agregados— tuvimos la dicha de mirar, aunque sea de lejos, al gobernador Rafael Moreno Valle, los 10 minutos que nos dedicó.
¡Es tan generoso!
Sí, cuando bajó al Patio Municipal ni siquiera se dignó en saludar a los panistas ahí reunidos ni se tomó un vaso con agua, pero seamos agradecidos ¡Estuvo ahí!
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Dios algo vio mal en la “generosidad” del gobernador que le cobró facturas esa misma noche.

Primero: Trató de impedir que Eduardo Rivera saliera al balcón en el Grito —como el año pasado— pero no lo logró. El alcalde Rivera estuvo a su izquierda todo el acto protocolar en el Zócalo y en vano fue el esfuerzo del guarura tirado al piso que trató de impedir los pasos de Rivera.

Segundo: En su intento de dar el Grito en Los Fuertes, recibió rechiflas y abucheos por algunos de los 20 mil trasnochados reunidos en esa zona de la ciudad.

Tercero: Cuando empezó el Grito en Los Fuertes, los 20 mil poblanos vieron, bastante confundidos y espantados, a Rafael Moreno Valle en las pantallas con la cara descompuesta, escupiendo de izquierda a derecha y haciendo ademanes agresivos. Segundos después, cuando el sonido regresó supieron de qué iba el asunto: “¡…Va Morelos! ¡Viva Guerrero! (…)”.
Tranquilos, no estaba mentándole la madre a nadie.

Cuarto: Cuando intentó repicar la campana ¡No se la aguantaba! y algunos juran haber escuchado sus pujidos. Obvio la campana ni siquiera se escuchó en Los Fuertes.

Quinto. Debido a la lluvia, la nueva bandera de México de Los Fuertes se enredó en el asta y los militares se vieron en la necesidad de desenredarla para evitar la furia del mandatario.

Sexto: Por tener al menos tres s
edes de sus eventos espectaculares se perdió el concierto de La Pau.

¿Y cómo no creer en Dios después de todo eso?
Ja, ja, ja.
Justicia divina, ni más ni menos.
Miau.